Natalie Robinson es una joven muralista estadounidense. Curiosa, impulsiva y espontánea, le encanta aprender, y aunque todavía está terminando su licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, ya ha acumulado experiencias fuera de la universidad que han demostrado lo apasionada que es por la escena del arte mural público. Natalie vino a ´ace para participar en el programa de residencia de pintura mural Proyecto Palimpsesto , donde construyó una instalación mural en la que representaba y mencionaba las cosas por las que está agradecida en esta etapa de su vida.

La perspectiva de Natalie sobre la vida le ha servido de inspiración en la búsqueda de construir una carrera como artista profesional. Para ella, la creatividad puede surgir de casi cualquier cosa: el dibujo de unos escombros al borde de las calles, las vistas y los sonidos de un bar a las dos de la madrugada, un tranquilo paseo por el bosque o la reposición de un viejo episodio de Bob Ross un viernes por la noche. En última instancia, su objetivo como artista es inspirar a las futuras generaciones de artistas para que abracen su yo infantil y salgan a crear su propio mundo y sus propias oportunidades. Esto animará a otros a sumergirse en lo más profundo y explorar sus propias mentes, aferrarse a su creatividad y ser quienes realmente son.

Sobre su práctica artística, Natalie afirma: “Desde los frescos de las Capillas Brancacci y Sixtina, pasando por el Beso Fraternal del Muro de Berlín, hasta los innumerables murales Black Lives Matter del año pasado, los murales siempre han tenido un gran efecto en la sociedad y pueden ser una increíble fuente de inspiración para la gente. Todos queremos pertenecer a algún lugar y creo que los murales son justo lo que hace que una comunidad se sienta como en casa y conectada entre sí. En la obra clásica de la literatura, Pez rojo, pez azul, un pez, dos peces, el Dr. Seuss señala: ‘De allí a aquí, y de aquí a allí, hay cosas divertidas por todas partes.'”