Artista visual, diseñadora gráfica, gestora cultural y activista feminista ecuatoriana-costarricense. Su carrera artística empezó enfocándose en lo formal y físico del espacio habitable. Vivir en otro país la llevó a abrirse a otras culturas y realidades sociales que le permitieron cultivar una rebeldía que fue creciendo. En el 2016 se declaró feminista y esto me llevó a cuestionar las nociones de mi identidad y la normalización de la violencia; fue imposible no incorporar este discurso en mi quehacer artístico. Intuitivamente se encaminó hacia el activismo feminista y el trabajo comunitario. Cofundadora de La Gallina Malcriada durante el 2018, una colectiva feminista para crear redes femeninas, reconocerse, apoyarse y promocionarse. En ese mismo año ganó los Fondos de Fomento de las Artes en Cultura e Innovación del Ministerio de Cultura para el proyecto “Yo sí de hago todo.” en Guayaquil, Ecuador.

STATEMENT DE LA ARTISTA

Mi trabajo previo fue una serie de obras que podían ser apreciadas como armaduras, estrategias de protección de la violencia que sufrimos las mujeres a diario. Desde el arte textil, la pintura, la instalación y la performance, representaba el machismo normalizado que nos atraviesa, repensándonos para poder sanar.

Con la pandemia, mi obra dio un giro inesperado, ahora escribo mucho sobre mis emociones, me apropio de nuevos medios y trato de sobrevivir este tiempo de crisis mundial. No es normal lo que estamos viviendo, es normal sentirlo todo o quizás nada. Algunas obras reflejan mis reflexiones en torno a la imagen femenina y la propia; así como la construcción de mi identidad, en medio del caos pandémico.

Utilizo principalmente la técnica mixta, además medios como la fotografía, el collage, el dibujo, para desarrollar piezas muy íntimas y personales. Exploro las nuevas fronteras que me atraviesan por esta nueva realidad.

ACERCA DE FRONTERA

Poder llevar esta residencia- taller, me permitió vivir y reflexionar junto a otrxs artistas, las múltiples visiones que tenemos para entender las fronteras. Fue muy valioso escucharnos a todxs, pensar otras formas de existir, analizar cómo nos afectan los umbrales y generando nuevas preguntas para seguir pensándome en este momento clave que estamos viviendo. El trabajo con mi grupa fue especial, pudimos compartir con artistas de Brazil y Argentina, y desde nuestros propios contextos crear un amuleto sagrado de protección para vivir en esta pandemia.