En esta nueva edición de Juntos a la Distancia nos volvimos a encontrar, esta vez bajo el título Mutualismos. Durante 4 semanas de intenso intercambio, 12 artistas de diferentes países y ciudades colaboraron y contribuyeron a crear este espacio de mutualidad en el cual explorar libremente sus ideas.

En palabras de Daniela Ruiz Moreno, curadora del programa: “La 8ª edición de Juntos a la Distancia fue, una vez más, una sorpresa muy gratificante para nosotras—coordinadoras y creadoras del programa. Fue muy interesante ver cómo los intereses individuales de cada artista se articulaban entre sí a través de la colaboración entre distintas disciplinas, la generación de archivos y la invención de metodologías de convivencia. Creo que pudimos observar un desarrollo gradual, parecido a una acumulación y metabolización de toda la información compartida por los distintos miembros del equipo y el artista invitado, Rodrigo de Arteaga, así como del inestimable conocimiento compartido por cada participante. Exploramos enfoques alternativos de la práctica artística, una forma diferente de concebir el conocimiento científico, y actuamos en respuesta a la urgente necesidad de que estas dos ámbitos colaboren con mayor frecuencia. Como mencionó una de las participantes, la sesión final se sintió como ver crecer un jardín a gran velocidad. Trayendo de vuelta a uno de los filósofos que nos acompañaron durante este programa, me gustaría citar las palabras de Michael Marder sobre los escritos de Hildegard von Bingen, una abadesa benedictina que en el siglo XII estaba contemplando enfoques más holísticos y espirituales de la ecología y el mundo vegetal: Hildegard propone contemplar el misterio de la vegetación, del verdor, del crecimiento. Creo que las artes, en relación con muchas otras formas de conocimiento, sirven como vehículo para lograr una conciencia de la interdependencia inherente a todas las formas de vida en este planeta y un reencantamiento con el misterio que entrañan las formas de vida. Cada participante en este programa nos permitió hacer precisamente eso, desde observar el misterio de árboles que hacen posible muchos ciclos fundamentales de nuestras vidas, a los paisajes que nos rodean y nos dan forma, las diferentes construcciones y percepciones del tiempo, hasta la intrincada y no del todo sencilla relación de nuestra coexistencia y co-creación con la tecnología y la naturaleza.”